La certeza de la fecha de las elecciones provinciales plantó la meta de 2023. A partir de allí, la dirigencia comenzó a trabajar con más empeño para lo que vendrá en los próximos meses. Mientras preparan los acoples y reactivan las actividades en el territorio, evalúa diferentes planes pensando en los posibles escenarios políticos que habrá durante la campaña. A un año de la contienda, en todos los sectores las especulaciones tienen una variable común que sería gravitante: Juan Manzur. Su futuro, naturalmente, está ligado al de Osvaldo Jaldo. La salud del vínculo entre el Jefe de Gabinete y el gobernador desvela a propios y ajenos.
En las distintas vertientes del oficialismo y -a regañadientes- también en la oposición destacan el protagonismo y el posicionamiento que logró el mandatario de licencia. Coinciden en que está siendo fundamental el rol que cumple en lo político. Admiten que inclusive la confrontación entre los Fernández no sólo no habría afectado su imagen, sino que la habría realzado y pudo seguir construyendo su propio espacio con proyección nacional. Si bien se enlista en el albertismo, subrayan que pudo mantener contacto con el kirchnerismo. Consiguió en los últimos días una de las fotos más codiciadas entre la dirigencia: la que se tomó con la vicepresidenta Cristina Fernández durante su paso por el Senado. Comentan que hasta Manzur se sorprendió de que la reunión haya durado cerca de dos horas y que salió más que conforme tanto por esto como por el resultado de su exposición.
Además, por otro lado, remarcan que facilita las gestiones para recursos y obras en la provincia. Trascartón, sostienen que la unidad forzada con Jaldo parece llevadera por el momento. Si bien hay secuelas de la interna entre manzuristas y jaldistas, ambos líderes sostienen en apariencia la concordia y el trabajo en conjunto.
Las hipótesis varían y seguirán variando, advierten, porque la clase política aprendió de la experiencia del año pasado que todo puede cambiar en horas y que todo puede suceder. Durante la semana se renovó un runrún que ya había sonado meses atrás: que Manzur se alistaría para volver pronto a Tucumán. La situación de la coalición mantiene en vilo a los oficialismos provinciales y mucho más al que tiene un hombre clave sentado en la Rosada y cuya vuelta remecería el tablero local. Esta versión generó que nuevamente se pusieran sobre la mesa de los distintos armados las alternativas que tendría el ex ministro de Salud. Por ahora, tanto en el entorno del médico como entre los disidentes se mencionaban, en general y con matices, tres grandes opciones:
Plan A: Manzur se queda en el plano nacional e integra una eventual fórmula presidencial del peronismo.
Plan B: Manzur se vuelve a Tucumán y va como candidato a vicegobernador.
Plan C: Manzur se queda en el Senado (es suplente).
¿Y si es A + B?
Dirigentes con llegada al despacho de Manzur dan por sentado que volverá, pero que no será pronto. Cuentan que está muy a gusto con su cargo y que está preocupado y ocupado en los asuntos nacionales. Añaden que les transmitió que priorizará tratar de mantener al PJ en la Casa de Gobierno tucumana y perciben que buscará, a la vez, cumplir su anhelo de ser considerado para la fórmula presidencial. Advierten que el plan hoy no sería A o B, sería A + B. “Manzur va a ser candidato a vicegobernador sí o sí. Con el resultado en Tucumán podrá negociar un espacio en la Nación. Hay tiempo entre junio y las nacionales de agosto”, afirma un referente de confianza.
La pregunta retórica que repiten es por qué Manzur bajaría “de liga” y se quedaría sólo con una aspiración provincial. Para que eso sucediera, la debacle de la Nación debería ser total, dicen. Afirman que le entusiasmaría ir en dos fórmulas. Otro hombre de consulta ratifica y añade que cuentan con mediciones que marcan que la presencia de Manzur es clave para asegurar la victoria en Tucumán. Aunque no les gusta demasiado la idea, reconocen que la combinación Jaldo- Manzur sería la expresión de la unidad. La famosa fórmula invertida.
Afirman que nada está definido, pero las encuestas son decisivas. Tienen en claro que la política no es una cuestión de simpatía sino de necesidad y conveniencia. Manzur necesita a Jaldo y Jaldo a Manzur. Esto ya lo han expresado desde la mayoría de las líneas internas ¿Por qué? Principalmente por los votos que reúnen juntos. Y después, porque Manzur no puede pretender un sitio en la fórmula federal si tiene problemas en su distrito, si se reedita la interna local. Además, no puede descuidar a los suyos, al armado que generó tras la puja del 2021. Por su parte, Jaldo requiere que su compañero de fórmula se quede en Buenos Aires para seguir a la cabeza del Ejecutivo, un puesto que le gusta cada vez más y en el que se muestra resolutivo e involucrado, y porque las facilidades que Manzur consigue son clave para asuntos que van desde el pago de sueldos hasta el desarrollo de obras públicas.
¿Cuándo dejaría la Jefatura? Estiman que, como cultor de la planificación, no será en una fecha al azar. Dicen que será en el momento justo para que no se “malinterprete” que es por la crisis nacional o que abandona al Presidente. Tanto el gobernador de licencia como el interino necesitan a la Nación en el año electoral. Arriesgan que un buen momento sería en la época del Mundial de Qatar o posterior, a fines de este año o principios del que viene ¿Qué tiene que ver el fútbol con la gestión? Todo, porque afecta el humor social, según explican. Además, es una época cercana a las vacaciones. Estiman en los despachos oficiales que la población estará más relajada y ocupada de otros temas. Tendría, a la vez, varios meses para ponerse al frente de la campaña con la mirada puesta en junio. En el oficialismo ya se habla de que se pondrá todo en la “cancha” y que se habilitarán todos los acoples que sean necesarios para sumar la mayor cantidad de votos posibles para impulsar a la categoría gobernador y vice. Un punto importante: si Manzur va de vice, definiría todo el resto de la línea sucesoria, que lo reemplazaría eventualmente si migra a la Capital.
¿Puede Manzur ser candidato a vice? Este es un punto en el que hay discordia. Una parte de la dirigencia manzurista dice que sí y otra que no. La Constitución de 2006 explicita que el vice puede aspirar a la gobernación en el período siguiente pero no menciona nada de que el gobernador pueda ir como “dos”. No lo habilita literalmente pero tampoco lo prohíbe. En la Casa de Gobierno vienen haciendo consultas y ya contarían con el visto bueno de al menos cuatro importantes constitucionalistas. De todas maneras y, para no dejar un flanco débil ante una posible judicialización, podrían impulsar una presentación ante la Corte, mediante un pedido de declaración de certeza. Tal como sucedió en 2019 para adelantar la fecha electoral, recurrirían a algún dirigente aliado para que se presente en los Tribunales.
Especulan con que, de no mediar sobresaltos, podrían retener la gobernación y viajar con esa victoria bajo el brazo para negociar. La idea que entusiasma es que haya una fórmula de unidad que combine un candidato del kirchnerismo y un gobernador, es decir, Manzur. Tampoco descartan que pueda ser acompañado o acompañar a Sergio Massa.
En el manzurismo más duro tienen otra mirada. Consideran que Jaldo no es el candidato natural a la gobernación ni es el mejor posicionado. Consideran que las diferencias internas están lejos de estar saldadas y que Jaldo les haría sentir que ahora está en la gobernación. Afirman que es cuestión de tiempo que se defina otro postulante.
En el jaldismo dan como un hecho que su referente máximo es el candidato. Afirman que eso ya fue acordado con Manzur y no tienen dudas de que respetará su palabra por necesidad mutua. Sostienen que la relación está en un excelente momento, que trabajan en equipo y que esto se extenderá hacia las elecciones. Destacan que una muestra de esto es que el Jefe de Gabinete tuvo una foto con Cristina y que Jaldo viene teniendo varias con Alberto. Recuerdan, además, que el gobernador interino participó hace unos 15 días de una reunión reservada en la que estuvieron el Presidente, Manzur y un puñado de gobernadores afines. En ese encuentro, que no fue publicitado, Fernández les habría adelantado que buscaría evitar el quiebre con su vicepresidenta, pero que trabajaría para reposicionarse como la figura preponderante del Gobierno.
Reconocen que hay grupos internos de intendentes y legisladores en ambos espacios en la provincia, pero no creen que sea significativo.
En la oposición siguen de cerca cada versión porque entienden que lo que sucede en el espacio gobernante afecta las posibilidades electorales que puedan tener. La mayoría cree que Manzur irá por la vicegobernación y que su vuelta cambiará una vez más el escenario. Si bien creen que su posible vuelta tendrá impacto y se abrirán frentes de conflicto puertas adentro, estiman que el PJ irá unido a las urnas.
Los escenarios están sobre la mesa y pueden cambiar. El destino de Manzur se ha convertido en un asunto para todos que, con mayores o menores certezas, especulan sobre sus planes.